El rey Alfonso I El Batallador le concedió un fuero en
1.114.
Los primeros Señores de Cornago fueron los Jiménez de Rada.
Posteriormente el señorío lo ejerció la familia de los Luna, partiendo de Juan
Martínez de Luna, y con un ilustre representante que fue valido del Rey Juan II
de Castilla, D. Álvaro de Luna, muerto en Valladolid a causa de las intrigas
palaciegas.
 Vista de la Plaza Mayor de la Villa.
Durante unos años el Señorío estuvo en manos de Juan de
Beaumont, pero volvió a sus antiguos propietarios. Siguió en esa familia varios
siglos, y su último poseedor fue el Duque del Infantado.
Como símbolo del
Señorío en el pasado hubo en el lugar una Picota o Rollo jurisdiccional, en una
Era cercana al pueblo; así como también una horca situada en un monte frente a
la villa, hoy llamado de la Cruz.
 Vista parcial de la Plaza Mayor, con la fuente pública cuyas
aguas fueron traídas de 3 kilómetros de la Villa. Las obras fueron realizadas
entre el mes de enero y 15 de mayo de 1951.
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